EduardoFisioSalud

viernes, 2 de septiembre de 2016

Estamos habitualmente tratando a pacientes que acuden a nuestro centro por trocanteritis o bursitis trocantéricaque es causada por el roce entre el músculo tensor de la fascia lata (localizado lateralmente y en el borde superior de la pierna), que pasa por arriba de la bursa trocantérica, en los movimientos de flexión y extensión de la articulación de la cintura pélvica. También se puede decir que la trocanteritis se puede deber a una inflamación de la bursa (almacena líquido sinovial) que tiene una función de lubrificación de las estructuras laterales de la pierna, protección de los tendones y músculos de la región.
Para nosotros fisioterapeutas, la trocanteritis, es muy común en deportistas y mujeres mayores de 40 años. Es una molestia que afecta cuatro veces más a las mujeres que  a los hombres. Suceden cerca de 1,8 casos/1.000 por año y es una condición que afecta entre 17,6% a 35% de adultos, dependiendo de la población estudiada.
Existen bursas en diversas articulaciones: del hombro, codo, piés, rodilla, tobillo etc. Las bursas funcionan como almohadas entre los huesos y los tejidos vecinos, que ayudan a reducir la fricción que sucede entre los músculos y los huesos cuando los músculos se contraen.

Imagen Bursitis Trocantérica

FACTORES DE RIESGO:

Como ya hemos dicho, la trocanteritis puede afectar a cualquier persona, siendo más común en las mujeres y en las personas de media edad o más mayores. Menos común en los jóvenes y en hombres.
Los factores de riesgo más frecuentes son las lesiones por movimientos repetitivos, como correr, subir escaleras, andar en bicicleta o estar de pie largos periodos de tiempo.
La principal causa de esta dolencia es el roce continuo al hacer la flexión y extensión de la articulación de la cintura pélvica. Por este motivo, los deportistas, son los más afectados y en especial, los corredores y ciclistas. Hay otros factores de riesgo que han de ser considerados, tales como sobrepeso y obesidad, artrosis en la cadera, hernia discal, pies cavos,  o tener una pierna un poco más corta que la otra.
Una caída sobre la región lateral de la  pierna, chocar la pierna contra una superficie saliente,  o permanecer tumbado mucho tiempo sobre un lado del cuerpo puede también causar trocanteritis.
Las lesiones de la columna (escoliosis, artritis de la columna lumbar), una asimetría en el comprimiendo entre las dos piernas, la artritis reumatoide, fibromialgia, cirugías anteriores (prótesis de la pierna), espolones óseos o depósitos de calcio etc.. son posibles causas de trocanteritis.
Imagen trocanteritis

SÍNTOMAS:

La somatología más común de la trocanteritis es el dolor en la región externa de la pierna que se va bajando. En las fases iniciales, el dolor es más agudo, localizado e intenso, quizás, “posteriormente” sea más difuso. Este dolor aumenta más con el movimiento y cuando se ejerce una presión sobre la pierna.
Este dolor aumenta de intensidad al subir escaleras, tumbarse de lado o empezar a caminar después de estar sentado un tiempo. Es aconsejable consultar a  un profesional para confirmar o descartar esta molestia. En algunos casos puede ser confundida con un pinzamiento en el lumbar o dolor de ciática.
En mi consulta, he logrado a través de tests fisioterapéuticos con posturas, diagnosticar la trocanteritis diferenciándolo de un dolor ciático o pinzamiento del lumbar, por ejemplo.
Las molestias de la trocanteritis empeoran por las noches, cuando nos tumbamos sobre el lado afectado, y cuando nos intentamos levantar de una silla después de haber estado sentado algún tiempo. También puede suceder un empeoramiento después de una larga caminata o después de subir escaleras. Para aliviar las molestias, lo mejor es el reposo y “ en algunos casos” hielo, aunque soy partidario de la termoterapia y quiero aclarar que cada caso es un caso distinto.

DIAGNÓSTICO:

Exámenes, radiografías, tests fisioterapéuticos, permiten identificar el foco doloroso en la región de la pierna, las dificultades para dormir sobre el lado afectado también es un elemento de diagnóstico importante.
Imagen test fisioterapia
Imagen test fisioterapia
Imagen test fisioterapia

Las radiografías y resonancias son pruebas más precisas.

Imagen resonancia / radiografía trocanteritis

TRATAMIENTO:

El tratamiento de modo general, consiste en la alteración de la actividad física (en los casos en los que esta lesión esté asociada a una actividad repetitiva), y medicamentos cuando sea necesario. Algunos profesionales defienden la utilización del hielo y otros el calor (que he logrado innumerables mejorías) y sin duda los ejercicios que doy a los pacientes para que realizaren en casa y  que permiten mejorar la condición de los músculos y tendones. Inicialmente aconsejo realizarlos con la ayuda del fisioterapeuta.
Un reposo de entre 10 a 15 días, es fundamental,  antes de realizar cualquier actividad deportiva, (dependiendo de cada persona) y algunas veces es necesario, hacer uso de antiinflamatorios vía oral.
Dependiendo de la intensidad del dolor y de la inflamación, también es posible realizar tratamientos como: ultrasonidos, ondas de choques, ejercicios terapéuticos (Stretching, Pilates, Reeducación Postural, etc.) específicos para fortalecer dicha región. Cuando los resultados no son los esperados, el profesional debe hacer una evaluación explicando al paciente cuales son las siguientes opciones. La más común es hacer una infiltración con corticosteroides y anestésicos. Las inyecciones locales de corticosteroides se realizan desde los años 60 y su eficacia junto con sus efectos colaterales está muy documentada. Antes de tomar cualquier decisión, es mejor consultar al profesional adecuado, pues con tantas innovaciones puede ser confuso para el paciente tomar la decisión correcta. Siempre explico al paciente de forma clara y directa, en qué consistirá la fisioterapia, que musculatura vamos trabajar, región acometida, la cantidad de sesiones aproximadas etc.

Imagen ejercicios bursitis trocantérica

CIRUGÍA:

Conocida como artroscopia, que consiste en la realización de dos pequeñas incisiones. Es menos invasiva y dolorosa,  y permite una recuperación más rápida.
Después de la cirugía, es importante un período de rehabilitación, generalmente corto,  y  el uso de muletas o bastones.